Ermita de San Babil

Arte
Ermita de San Babil

Ermita de San Babil

Coordenadas geográficas: -1º63'50", 41º54'12"
Coordenadas UTM (ETRS89 H30): 614788, 4599959

Buen ejemplo del barroco popular, construida en el s XVII, se ubica junto a la zona de las antiguas bodegas. Se crea una gran explanada, dispuesta en varios niveles, por donde se accede a la ermita del patrón de los illuecanos. Muestra pórtico de acceso y portada bajo arco de medio punto. Sobria al exterior, presenta en sus muros contrafuertes, remata en espadaña y dispone de casa del santero adosada al templo.

El interior plantea nave única y cabecera plana, cerrada mediante una bóveda de lunetos, que arranca de una línea de imposta moldurada. Un zócalo de madera tallada discurre por el muro. Se engalana con una ornamentación pictórica en techos, a base de motivos vegetales, angelotes y cornucopias. Las paredes se revisten con imitación de sillares. Esta ermita fue restaurada por los alumnos de la escuela taller en 1994.

Las illuecanas acuden a la ermita del santo y es tradición que las jóvenes deben pisar una baldosa de la ermita para encontrar novio, aunque hay otra interpretación popular que asegura ahuyentar el mal augurio. Illueca reserva a San Babil, su patrón, las mayores solemnidades.

Hay creencias y supersticiones que escapan a la comprensión humana y que tratan de conseguir protección por medio de símbolos, íntimamente ligados con la naturaleza. En Illueca se invoca a San Babil para protegerse contra los reumas. Para San Juan, el 24 de junio, se realizaban en Illueca las "enramadas" a las novias, con ramas de cerezos.

Otra festividad que se celebra en Illueca es el 25 de octubre, fecha en la que se honra a San Crispín y San Crispiniano, patronos de los zapateros, dado el arraigo que tiene en esta villa la industria del calzado. Es simpática la leyenda de los hermanos San Crepín y San Crepiniano, llamados también San Crispín y San Crispiniano. Eran dos nobles romanos que fueron enviados a evangelizar las Galias, por lo que son considerados los apóstoles del Norte de Francia. De origen noble, para no ser onerosos a sus fieles, se mantenían ejerciendo el oficio de zapateros durante la noche, de ahí su patronazgo sobre ese gremio. En la persecución de Diocleciano, después de atroces tormentos que soportaron estoicamente, fueron decapitados. Esto ocurría en el año 285 a.C. en Soissons. Sus cabezas se veneran en Roma, en la iglesia de San Lorenzo, mientras sus cuerpos quedaron en Soissons. Los Santos Crispin y Crispiniano son patronos y modelos de la piadosa hermandad de los zapateros, establecimiento que principió en París Enrique el Bueno. Son muy venerados en Francia.